El diario EL TRIBUNO publicó la noticia en la tapa de hoy
La realizadora salteña Lucrecia Martel se encuentra ante uno de los desafíos más importantes de su carrera. Está trabajando en una versión de "El Eternauta", de Héctor Germán Oesterheld y Francisco Solano López.
Será una versión fílmica del cómic publicado entre 1957 y 1959 en la revista porteña Hora Cero. La obra de Oesterheld se transformó en una tira de culto dentro del género de la ciencia ficción de habla hispana. Considerada la mejor historieta de ciencia ficción jamás escrita en castellano, se ha transformado en una obra de culto, con dos generaciones de devotos en todos los países de habla hispana. Este rodaje plantea a cualquier cineasta un doble reto. Por un lado es un género prácticamente no transitado en Argentina y por otro, se trata de afrontar la interpretación de una historieta que tiene fanáticos de todas las edades con trascendencia internacional y sobre la cual corrieron ríos de tinta, con ensayos, diversas interpretaciones, opiniones y debates.
La primera entrega de "El Eternauta"
Apareció en la revista Hora Cero Semanal, el 4 de septiembre de 1957, y provocó en la sociedad de la época un fuerte impacto producto de la calidad del trabajo argumental y artístico de la dupla Oesterheld-Solano López que resistió el embate del tiempo y se convirtió en una pasión hasta hoy.
De qué se trata
"Son las tres de la mañana, en Vicente López, provincia de Buenos Aires, está trabajando Germán, un guionista de historietas. La silla que está frente a él cruje como si alguien se sentara. Lentamente, ante su sorpresa, un hombre se va materializando y comienza a contarle su historia. Se hace llamar El Eternauta, por su condición de eterno viajero del tiempo". Así comienza su relato Juan Salvo, El Eternauta, quien le cuenta que es sobreviviente de una invasión extraterrestre a nivel planetario. Y le narra los trágicos acontecimientos ocurridos en Buenos Aire con la llegada de los alienígenas. Juan Salvo rememora que estaba en su casa en Vicente López, a pocas cuadras de allí, junto a su esposa Elena, su hija Martita y sus amigos Favalli, Lucas y Polsky jugando al truco, cuando, de pronto, la gente en las calles comenzó a morir debido a una misteriosa nevada fosforescente. Por eso, los que estaban en lugares herméticos lograron salvar sus vidas. Los amigos de El Eternauta saben que están en situación de catástrofe y que las soluciones individuales no sirven y que por eso deben trabajar en equipo. Es así que Favalli encuentra un medio para salir a las calles al crear un traje aislante y una máscara que protege el cuerpo de cualquier contacto con los letales copos. Pero la nevada es el comienzo de la invasión. Tras ella, aparecen los Cascarudos, enormes insectos carnívoros; luego llegan los Manos, seres superdotados con infinidad de dedos, que manejan desde complejos comandos a los bichos. Quedan algunos sobrevivientes en Buenos Aires. Y se organizan para enfrentarlos. Salvo y Favalli se unen al grupo. Se desarrollan, entonces, cruentas batallas (en la Rotonda de General Paz, en la Cancha de River y en Barrancas de Belgrano) contra los Manos, los Cascarudos y los Hombres Robot. Estos últimos, prisioneros humanos con la voluntad perdida a raíz del implante de un "teledirector" en la base del cerebro. Hay una lucha emblemática en la Plaza Italia donde aparecen los Gurbos, gigantescos paquidermos extraterrestres que destrozan todo a su paso. Juan Salvo y sus amigos sobreviven no sin antes conocer la temible realidad: los Manos, los Cascarudos, Gurbos y Hombres Robots, son esclavos de los verdaderos invasores, los Ellos, que nunca llegarán a conocer.
"El Continum", la dimensión paralela
Un antecedente está en el fime "La otra invasión" (1969), dirigido por Hugo Santiago con guión de Jorge Luis Borges y Bioy Casares.Cuando Juan Salvo, junto a su mujer y su hija tratan de huir en una nave espacial, por error tocan un comando que los hace viajar eternamente por el espacio y el tiempo. El gravísimo problema consiste en que Salvo se transporta por un lado y su mujer e hija por otro, este fenómeno es denominado "continum", es decir que viajan en una dimensión paralela, con la posibilidad de no encontrarse nunca. Luego de recorrer cientos de "continum" Juan Salvo, El Eternauta, aparece en la tierra, en Vicente López en la casa del guionista de historietas, Germán, a muy pocas cuadras de su propia casa. Luego de concluir su relato ante el historietista, comprende que ha llegado nuevamente a la tierra pero, en 1959, es decir un par de años antes de la terrible invasión. Es por eso que Juan comprende que si ha llegado dos años antes, su mujer Elena y su hija Martita deben estar en su casa. Desesperadamente sale a buscarlas (la casa de Germán queda a pocas cuadras del chalet). El problema que se presenta y que Salvo no se detiene a pensar, es que también hay un Salvo que corresponde a ese presente. Germán corre tras él para advertirle esto, pero llega tarde. Juan Salvo, el Eternauta, se fusiona con el Juan Salvo de ese presente y olvida todo. Queda claro que la lucha permanente por la sobrevida no admite superhéroes individuales, sino la fuerza colectiva del grupo.Entre las interpretaciones que se dieron está la invasión comandada por los llamados Ellos que fue interpretada como metáfora de una ocupación de un país por una potencia extranjera, con aliados locales convertidos en Hombres-robot y la resistencia opuesta por otro grupo para lograr finalmente la liberación.
Oesterheld uno de los 30.000 desaparecidos
El Eternauta se publicó por entregas en Hora Cero de la editorial Frontera, de su propiedad y con gran éxito, hasta 1959. La Editorial cerró al cabo de cinco años, producto de serios problemas económicos. La historieta conoció numerosas reediciones durante los años siguientes, las cuales estuvieron en manos de otros prestigiosos dibujantes e incluso otros guionistas. El propio Oesterheld fue víctima de los Ellos, cuando el 27 de abril de 1977 fue secuestrado por las fuerzas armadas en La Plata, junto con sus cuatro hijas: Diana (24), Beatriz (19), Estela (25) y Marina (18) y sus dos yernos y sus nietos. Se convirtió así en uno de los 30.000 desaparecidos por el llamado Proceso de Reorganización Nacional. Algunos testigos afirman haberlo visto en los centros clandestinos "Sheraton" y "El Vesubio". No se conocen a ciencia cierta las circunstancias ni la fecha precisa de la muerte de Oesterheld, aunque se supone que tuvo lugar en 1978. Desde ese momento el artista se transformó en su propio personaje, quedando por siempre viajando en el "continum".